La Ciudad de los Deportes fue un proyecto impulsado y desarrollado por el empresario Neguib Simón en los terrenos de la ladrillera “la nochebuena”, el cual contaría con el estadio, la plaza de toros, alberca olímpica, canchas de tenis, frontón, pista de atletismo e instalaciones para otras disciplinas.
La construcción de los inmuebles principales como la plaza y el estadio comenzaron en 1944 aprovechando los huecos que dejaron las excavaciones de la ladrillera para la extracción de arcilla. Debido a problemas económicos, los terrenos destinados a las otras actividades fueron fraccionados y vendidos para uso habitacional y comercial. Estos terrenos junto con la Plaza de Toros México y el Estadio forman la Colonia Ciudad de los Deportes.
Construcción
Primero se inauguró la plaza de toros un 5 de febrero de 1945 y el Estadio Ciudad de los Deportes tuvo que esperar más de un año; hasta el 6 de octubre de 1946 con un partido de futbol americano entre los Pumas de la UNAM y los Aguiluchos del H. Colegio Militar, el cual terminó con marcador de 45 – 0 a favor de los universitarios y del cual se conserva una placa en el acceso principal del recinto.
La obra diseñada por Modesto Rolland en su inicio llegó a tener capacidad para 45,000 aficionados sentados y su primer nombre fue el de Estadio Olímpico de la Ciudad de los Deportes. Debido a distintas adecuaciones a lo largo de los años, su capacidad se fue reduciendo a 36,681 espectadores.
El futbol llegó hasta el 5 de enero de 1947, cuando se enfrentaron el Racing Club de Avellaneda y el Veracruz, con un triunfo de los jarochos de 2 a 1. El juego agotó localidades y el puntapié inicial lo dio el presidente Miguel Alemán Valdés. El Atlante se presentarían por primera vez el 19 de enero ante el mismo cuadro argentino, cayendo 2 a 0.
El primer juego oficial de la entonces Liga Mayor de futbol se disputó el 4 de mayo de 1947, Atlante y Veracruz se enfrentaban como líder y sublíder del torneo en curso y subcampeón y campeón defensor respectivamente, el lleno no se hizo esperar.
Los precios de las entradas para ese partido iban desde los $.25 centavos (para los niños en sol general) hasta los $33 pesos para los palcos de seis asientos. La taquilla de ese partido fue de $139,662.50 pesos, un récord histórico para la época. El primer anotador fue Ángel Segura “Angelillo” para los potros al minuto 24 de tiempo corrido; los siguientes fueron por cuenta de Horacio Casarín al 27’, Salvador Arizmendi a los 63’, “Angelillo” de nueva cuenta cerca de los 70’ y 79’ (el segundo un golazo con tiro de larga distancia) para cerrar el 5 a 1 definitivo.
El 1 de junio del mismo año el Atlante y el León disputaron un juego definitivo para conocer quien se consagra campeón del torneo; cabe mencionar que ese cotejo se disputa en la Ciudad de los Deportes debido a un brote de fiebre aftosa en el Bajío. Previamente ambas directivas proponen distintas sedes e incluso jugar a puerta cerrada, concluyen en jugar en la capital; el León obtuvo $50,000 pesos en concepto de taquilla y alineando 5 extranjeros (violando el reglamento y el decreto presidencial de 1945), el marcador fue un empate a cero, dando una ventaja que aseguraba el título para los potros de hierro, por primera vez en la época profesional del futbol mexicano.
Por estos años Moisés Cosío compró tanto la Plaza de Toros como el Estadio, siendo la familia los dueños de ambos inmuebles hasta la actualidad.
El Estadio Ciudad de los Deportes fungió como casa del futbol capitalino desde 1950, siendo casa de los clubes de la capital y la selección nacional hasta 1956, año en el que algunos clubes se mudaron a Ciudad Universitaria; Atlante por su parte mantuvo como su fortaleza hasta 1958.
Después de esto el estadio solo tuvo eventos deportivos de manera esporádica y fue usado más para mítines de carácter político.
Debido a obras de remodelación para la olimpiada de 1968, el equipo universitario jugó de local por más de un año. Por otra parte Atlante regresó para disputar partidos del torneo México 70, dejando el Estadio Azteca para adecuaciones previas para la Copa del Mundo.
El 30 de junio de 1983 los potros de hierro administrados por el Instituto Mexicano del Seguro Social, regresaban al “estadio de los insurgentes” rebautizado como Azulgrana, teniendo el primer cotejo contra los “ates” del Atlético Morelia con empate a uno el 4 de septiembre del mismo año. El equipo del pueblo se mantuvo como local hasta 1996 en dicha sede, con una pausa de 1 año cuando se jugó casi todo el torneo en Querétaro.
Como se mencionó desde 1996 hasta 2018 ejerció como local el CSD Cruz Azul, compartiendo desde junio del 2000 hasta abril del 2002 localía con los potros.
El 7 de septiembre de 2019, se realizaría un juego entre Leyendas Azulgranas y Leyendas de La Máquina, regresando simbólicamente como local un representante azulgrana.
El 2 de junio de 2020 se anunciaba el regreso del Atlante a la Ciudad de México, luego de 13 años de estancia en Cancún Quintana Roo, anunciando como su casa este inmueble.
Atlante, durante la estancia en este coloso, ha obtenido:
- 2 títulos de liga (46-47 y 92-93)
- 2 títulos de copa (50-51 y 51-52)
- 1 campeón de campeones (51-52)
- 1 título de segunda división (1990-91)
- 1 título de CONCACAF (1983, pero jugado hasta 1 de febrero 1984)
Cabe mencionar que también disputó la final de ida de la CONCACAF Liga Campeones 2009 vs Cruz Azul con marcador a nuestro favor por 2-0.
El inmueble ha sido sede de distintos partidos de futbol americano destacando varios clásicos universitarios en la UNAM y el IPN, Tazones Azteca, el primer juego de NFL fuera de Estados unidos entre Nueva Orleans y Philadelphia, final del LFA México, partidos de la ANABE (béisbol), mítines políticos, eventos religiosos y hasta conciertos, destacando los de Juan Gabriel “Natural” en 1989 y el de Guns N’ Roses en 2022.